
DESDE EL CAÑIRICO - AZOGUES - ECUADOR
BARCELONISTA E IRACUNDÓMANO DE CORAZÓN

Una Madre Ideal: Una Maestra

Por: Pablo Flores Cabrera
La historia ha sido muy dura para las mujeres, en siglos pasados las prĆ”cticas machistas fueron muy comunes, incluso este machismo persiste en algunas regiones y se lo justifica aduciendo que es parte de su cultura y religión; en fin, lo cierto es que el papel de la mujer ha sido muy preponderante en los Ćŗltimos tiempos, su incursión en distintas Ć”reas del conocimiento, su participación en diferentes manifestaciones sociales, su intervención en la organización polĆtica de las naciones ha impulsado el progreso de la sociedad y, su lucha y esfuerzo tiene como fuente de inspiración la ansiada equidad de gĆ©nero.
Por su parte la familia constituye el primer templo de enseñanza para todo niño, un hogar bien formado garantizarÔ la consecución de ciudadanos de bien y, las madres, constituyen el pilar fundamental de la familia, la formación recibida en el hogar, la interacción de los niños con su progenitora repercute directamente en su desarrollo cognitivo, cuanto mÔs educada sea una madre mÔs probabilidades de éxito en el desarrollo tienen sus hijos.
Las madres intrĆnsecamente transmiten a su descendencia aspectos relacionados a la convivencia, formas de proceder y formas de ser, sus valores, sus virtudes, sus doctrinas religiosas, actitudes cĆvicas, estas enseƱanzas adquiridas hasta la adolescencia son improntas imborrables que construyen y consolidan personalidades. El Ć©xito de los hijos en lo moral, en lo económico, en lo profesional estĆ” ligado a la influencia positiva de sus madres quienes deberĆ”n garantizar una estabilidad emocional, social, incluso tambiĆ©n cierta estabilidad económica, elementos sustanciales en el proceso de formación de niƱos.
Hace un poco mĆ”s de un mes reconocĆamos la labor del docente, el dĆa de maƱana se rendirĆ” tributo a todas las madres, pues bien, creemos que es oportuno rendir homenaje a aquellas madres que cargan tambiĆ©n esa gran responsabilidad de educar, a aquellas distinguidas damas que literalmente enseƱan en los dos lugares mĆ”s importantes, en el hogar y en la escuela, a aquellas mujeres, madres que, sin escatimar ningĆŗn tipo de esfuerzo se desviven por enseƱar; quiĆ©nes mĆ”s que ellas para comprender los diversos problemas y situaciones que viven los niƱos en la escuela, ellas sĆ que son empĆ”ticas, realmente conocen lo que significa educar con amor, con pasión, es asĆ que, desde el momento que tuvieron en sus brazos a sus hijos o que conocieron a sus estudiantes el primer dĆa de clases, supieron que su objetivo principal era que lleguen a ser personas de bien.
La labor de enseƱar tanto en el hogar como en la escuela se trata de una acción muy sublime, quienes son madres y maestras a la vez buscan que lo ordinario se convierta en extraordinario, se empeƱan en trabajar muy bien el presente para forjar un mejor futuro, no se desprenden del suelo y son coherentes con la realidad que les toca vivir, no son conformistas, saben que todo ambiente puede mejorar, consiguen mĆ”s fĆ”cilmente solventar dudas resolver problemas, sacar provecho de los conflictos. La iniciativa por naturaleza de las madres es buscar el buen vivir, no les importa el tiempo, los recursos a quĆ© mĆ©todo usar, su esfuerzo es permanente y sus energĆas son casi infinitas y por sobre todas las cosas, jamĆ”s se distancian del objetivo principal que es conseguir de sus estudiantes la misma felicidad que pueden brindar a sus hijos, es por aquello que en este segmento saludamos a todas las madres docentes que nos visitan en este espacio. Ā”Feliz dĆa!