CATÓLICOS, ATEOS Y/O POLÍTICOS
- Pablo Flores Cabrera
- 5 jul 2015
- 4 Min. de lectura
Con la venida del Papa en el 85, yo con apenas 3 meses de nacido, no tengo recuerdos de tal suceso pero me comentan mi familia la gran conmoción que causó la presencia del santo pontífice acá en nuestro país, época de una aparente estabilidad política con el segundo gobierno democráticamente electo luego de una larga dictadura, el de Febres Cordero y su ofrecimiento de pan techo y empleo. Entre los mensajes más importantes del Papa luego de revisar videos de sus intervenciones en algunas ciudades, me sobrecogió la manera de llegar a los jóvenes para buscar la forma de construir una sociedad más justa, o el mensaje enérgico que dio pidiendo luchar por un Ecuador donde no haya una familia sin vivienda, un niño sin escuela, un enfermo sin atención en la salud. No somos Dios para juzgar las acciones de ciudadanos comunes y corrientes que, tuvieron el don del discurso y un grupo de benefactores por detrás para llegar a ser los jefes máximos de nuestra nación, pero pregunto: el presidente de ése entonces concedió pan techo y empleo?, pregunto además si se buscó construir con los jóvenes una sociedad justa?; los índices de pobreza se mantuvieron, ni escuelas públicas nuevas, ni obras en la salud, lo que si mejoró fue la inversión para la fuerza militar y policial con el pretexto de “seguridad ciudadana” y las armas resultantes de ésta inversión acribillaron a combativos jóvenes que si intentaban denunciar actos de injusticia social; otros, niños como los hermanos Restrepo, que estuvieron en el lugar más inoportuno en el peor momento, simplemente desaparecieron, la culpa fue: el estado - la policía, y se buscó dar como caso cerrado tamaño delito. Hoy, más de 25 años han pasado y no se sabe el fin de estos mártires de del febrescorderismo, mucho menos de los encargados en desaparecerlos. A pesar de todas estas “anormalidades”, cometidas en nuestro país, en términos generales los feligreses católicos se portaron a la altura de la situación y jamás se relacionó asuntos políticos y religiosos.
El 5 de Julio del 2015 se da la venida de otro sumo pontífice, el único de la historia de orígenes de Latinoamérica, el Papa Francisco, coincidencia o no a mi parecer los dos Papas que han visitado el Ecuador lo han hecho en épocas de presidentes que han mantenido una única postura política; a pesar de los errores de Febres Cordero fue una figura que jamás cambió el verso ante otros grupos de poder. Hasta el momento Rafael Correa en otra orilla ideológica se mantiene con un proyecto denotando también su única postura. A título personal manifiesto el interés por su forma de gobernar, y es por eso que defiendo sus acciones y hasta el momento el presidente actual ha buscado el bien común en base de una equidad económica y social.
A diferencia de la venida de Juan Pablo II, hoy existe un sentimiento negativo de los opositores ante los seguidores del Correismo y ésta impresión, que desdice totalmente de los ecuatorianos, es más latente ante la venida del máximo líder de la iglesia católica, Francisco. Mezclar política y religión no es recomendable, es más es, resulta algo incómodo y no adecuado, la época en la que la iglesia pugnaba por tener el poder sobre las naciones ya se terminó, ahora es un ente mediador con diferente misión alejada de tener injerencia sobre los poderes estatales.
Uno de mis pasatiempos, las redes sociales me cuentan el sentir ciudadanos de algunas partes del Ecuador sobre este suceso, y no es precisamente un sentir espiritual, de devoción, un sentir de respeto y admiración ante la más importante figura católica después de Jesús y María. Noto una intención de sabotaje, talvez el hecho de vivir acostumbrado a no dar algo más al prójimo a través de un impuesto han hecho que el lado oscuro de las personas aflore, un celo de no poder administrar bienes públicos han conseguido escribir incoherencias olvidándose su compromiso con la iglesia, de un ateo se aceptaría tanta manifestación de odio ante un suceso de tal magnitud, pero de lo que se sabe, son católicos y pregonan el insulto, la ofensa, encaman enfrentamientos, difaman la imagen casi divina del sucesor de San Pedro. Todos sumamos pecados en nuestro trajinar diario, como dije no somos quien para juzgar a nadie, pero el sentimiento iracundo no se puede evitar al ver que, como ecuatorianos buscamos caer en pecado aprovechando el momento que, lo que menos debería tener es tintes políticos. Me da iras con el ecuatoriano que no es capaz de manifestarse con ideas y busca la manifestación agresora, me da iras con el ecuatoriano oportunista que busca un ente casi celestial para derrotar al que está en el poder político. Cualquier católico les van a tachar de desleales, majaderos, inapropiados, faltos de argumentos, tienen que saber qué esta es una manifestación para católicos donde se busca pedir al supremo creador por la salud corporal y espiritual, por el bienestar familiar, se pide por los hijos, por los padres, por las enfermedades, se pide por prosperidad, se ora, se busca encontrarse con Dios. Les aseguro estimados opositores al régimen actual que ningún líder auténtico, como Febres Cordero o Correa promovieran acciones que puedan suscitar actos de confrontación en hechos de fe como el que se va a vivir estos días, estas acciones son innatas de pseudo políticos oportunistas a los que, ni les nace ni se les hace la cualidad de liderazgo.
Recapacitemos amigos lectores de la oposición, no es el momento ni el lugar, si somos católicos vayamos a donde el Papa o a misa, dediquémonos a rezar y escuchar la palabra de Dios. Los asuntos políticos afuera de la Iglesia, en una mesa de diálogo, en la calle, en las manifestaciones, pacíficas desde luego; ahí estaremos hablando, discutiendo discerniendo y dispuestos a consensuar, ustedes con sus ideas de orígenes neoliberales, capitalistas, marxistas, comunistas no sé qué mismo son de izquierda de derecha, y nosotros con nuestro proyecto de revolución ciudadana.
El jueves continuamos con el DIÁLOGO….
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