
DESDE EL CAÑIRICO - AZOGUES - ECUADOR
BARCELONISTA E IRACUNDÓMANO DE CORAZÓN

Decreto 145. Un decreto que no dignifica la labor docente
por Pablo Flores Cabrera
Muchos pensaron que por fin el Presidente se hacía eco de las reformas a la LOEI que el Magisterio viene defendiendo desde meses anteriores, mas no fue así; se anunció el decreto 145 que realiza una serie de cambios en el reglamento. Este decreto, según el gobierno promueve entre otras cosas, jornadas de formación flexibles, la incorporación recursos para el proceso enseñanza, la dignificación de la carrera docente a través de la agilización de procesos y la actualización del escalafón.
En lo que se refiere a la creación de modalidades semipresenciales y a distancia sin límite de edad, de acuerdo a estas reformas se eliminan algunos innecesarios trámites. Es una buena decisión promover alternativas flexibles de formación, adaptables a las necesidades de las sociedades modernas. Eso sí, se debe de estructurar un mecanismo de control y regulación con el MinEduc a la cabeza, siendo su obligación dotar de los recursos necesarios para levantar este tipo modalidades de estudio.
Se hace énfasis en la entrega de textos cuando en realidad los estudiantes si han sido favorecidos de este servicio desde varios años atrás. Hubiese sido gratificante que se ofrezca una reestructuración de estos textos no solo de forma sino de fondo, en base a un cambio en el currículo que brinde las verdaderas destrezas con las que deben contar los estudiantes al momento de graduarse. Ese cambio tan necesario está detenido en la nueva LOEI que reposa en el archivo de la Corte Constitucional por si acaso.
Se menciona que la Autoridad Educativa Nacional será la responsable de dotar de uniformes, alimentación y ¿dispositivos tecnológicos gratuitos?. Suena agradable este ofrecimiento, más aún en estas épocas que tanta falta nos hace, talvez se trate de equipos para estructurar redes informáticas y dotar de internet de alta velocidad a todas las instituciones, o puede que consista en el ensamblaje aulas virtuales, o se trate de computadores o dispositivos móviles. Sea como fuese no hay que emocionarse en demasía, si uno se fija al final de este acápite se ha colocado la indeseada frase: “para el efecto, se deberá contar con el respectivo presupuesto”.
En cuanto a los procesos de reclutamiento se recordará que duraron más de dos años, es por eso que hoy, cuando llega un ganador a un centro educativo, las necesidades ya son otras, más bien se provoca conflictos a la hora de realizar el distributivo de trabajo. Se felicita esa intención de reducir el tiempo de los concursos a seis meses, así como la de ampliar el periodo de elegibilidad de los aspirantes de dos a cinco años, con esto se optimizarían recursos tanto del postulante como del estado.
Para finalizar el análisis de este decreto, en uno de sus considerandos se indica que se dignifica la carrera docente, pues bien, en ninguna parte de este documento se busca el beneficio para el magisterio. Se esperaba que, en un acto de justicia se considere el tema de remuneración más aun en estas épocas que le ha tocado al maestro batallar de mañana, tarde y noche con tal de cumplir con su noble misión, utilizando sus propios recursos para llegar a los hogares de sus alumnos. Un decreto muy superficial, ojalá que se recapacite y se considere aquellas reformas a la LOEI que están por ser desechadas por la Corte Constitucional, aquellas reformas si buscan dar dignidad a la profesión del docente.

