
DESDE EL CAÑIRICO - AZOGUES - ECUADOR
BARCELONISTA E IRACUNDÓMANO DE CORAZÓN

El problema no es la prueba, el problema son los cupos
por Pablo Flores Cabrera
Una de las propuestas de campaña del actual presidente de la república que sedujo al electorado joven del país fue el cierre de la SENESCYT logrando hacer creer a muchos que esta entidad era la causante de que la mayoría de estudiantes no puedan ingresar a las universidades, pues bien, una vez en el poder nuestro mandatario y al ser conocedor de que no puede suprimirse la entidad que regula la educación superior, cambió su discurso, luego de posesionado ya tan sólo propuso un diferente mecanismo de ingreso al sistema educativo superior.
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Esta semana se ha anunciado por parte de Alejandro Ribadeneira principal de la SENESCYT que el Examen de Acceso a la Educación Superior (EAES), será remplazado por la prueba denominada TRANSFORMAR, que buscará medir las competencias de los estudiantes, estas alteraciones en el sistema de ingreso tienen como fin direccionarlos adecuadamente a la carrera de su preferencia. Para conocimiento de los lectores existen tres tipos de evaluaciones de competencias: competencias básicas como el respeto, la tolerancia y otros valores universales; competencias genéricas como la empatía, el trabajo en equipo o la proactividad; y competencias específicas, las que se evalúan acorde los objetivos del proceso de selección (Galdeano Bienzobas & Valiente Barderas, 2010), entendemos que la evaluación propuesta va en este sentido.
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Se enfatizó además que el sistema de admisión estará en cabeza de las instituciones de educación superior, mediante su independencia se buscará optimizar los procesos, brindar mejores oportunidades a estudiantes que han sobresalido en su etapa colegial y a aquellos que a decir del gobierno han sido excluidos.
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Una vez recapitulado lo anunciado por Ribadeneira se debe dejar en claro que, antes en la prueba SER BACHILLER, a más de evaluar conocimientos específicos en las áreas básicas, ya se rendía una evaluación de razonamiento abstracto que servía para determinar la capacidad de un estudiante en la resolución de problemas con la utilización de distintos tipos de razonamiento como el numérico, espacial o abstracto, test útil para establecer las aptitudes de los estudiantes en la realización de tareas que requieren habilidades cognitivas.
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Ahora debemos preguntarnos que, al momento de trasladar esta responsabilidad de selección de estudiantes a las universidades, ¿en qué medida la SENESCYT se responsabilizará de que se cumpla con los principios de justicia y equidad? ¿Cuál es el mecanismo de control que se ejercerá para que un estudiante no sea perjudicado por la institución educativa? ¿cómo evitar el tráfico de influencias en la asignación de cupos?
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Es obligación del estado garantizar la educación en todos sus niveles y constituye una área prioritaria de la política pública, por lo que puede resultar contraproducente esparcir responsabilidades bajo el pretexto de fomentar la autonomía, por otro lado el problema de fondo que por todos es conocido es la ausencia de recursos económicos, estamos en un país que, de lo poco que tenemos se da más prioridad a la compra de un buque de guerra que a la construcción de una universidad, requerimos de más cupos en la educación superior. Por el momento, llámese como se llame la prueba, evalúese competencias o conocimientos, lo único que queremos es que se mantenga un sistema de ingreso a la educación superior en donde prime la meritocracia y no el palanqueo.