
DESDE EL CAÑIRICO - AZOGUES - ECUADOR
BARCELONISTA E IRACUNDÓMANO DE CORAZÓN

Lo que nos dejan...
por Pablo Flores Cabrera
El 24 de mayo fenece un gobierno que, ante la opinión ciudadana, ha demostrado poca capacidad de administración en todos los sectores, el sistema educativo no ha sido la excepción, y aunque existe una realidad que ha sido tomada de pretexto como la pandemia, si se pudo haber optado por mejores decisiones en función a un plan integral de desarrollo y no a la improvisación. Para este artículo he recogido opiniones de colegas educadores que en breves rasgos nos manifiestan qué es los que nos dejan los mandantes a su salida.
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En lo que respecta a la labor docente, mediante un documento legal se redujo las actividades que debían cumplir los profesores, sin embargo, tal rebaja no se la siente, a los docentes se los sigue pidiendo un montón de informes, llenar matrices, preparar talleres, coordinar la entrega de colación escolar, todas estas tareas repercuten en el tiempo que se requiere para preparar clases, preparar material, investigar o auto educarse.
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En cuanto a la estabilidad laboral, ha existido UN SOLO proceso de entrega de nombramientos en cuatro años, un dilatado concurso de méritos en donde se denotó la poca eficiencia en este reclutamiento de docentes, esto obliga disponer de un considerable número de personas contratadas que, dicho sea de paso, por las características de este vínculo laboral, en todo momento fueron presionadas a realizar actividades proselitistas por parte del gobierno saliente.
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Una gran cantidad de docentes accedieron a capacitaciones, programas de cuarto nivel con el fin de mejorar su situación en el escalafón, pero los procesos de ascenso estuvieron detenidos, la falta de presupuesto ha sido la excusa para no poder cumplir con este derecho adquirido, si no se mejoran las destrezas y habilidades docentes no se podrá estar a la altura de los estándares educativos de una sociedad cada vez más exigente.
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En cuanto a infraestructura física y tecnológica poco se ha logrado, no han existido al menos por nuestro medio, la repotenciación y peor la construcción de instituciones educativas, no se han implementado nuevos laboratorios de computación, se han perdido los convenios con proveedores de internet de alta velocidad, el internet otorgado por CNT a las escuelas y colegios no es el suficiente para la cantidad de docentes y estudiantes que lo usan y más aún en esta época de pandemia.
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El Plan Educativo COVID 19 no está teniendo los resultados deseados, se ha vuelto excluyente, los procesos de comunicación emergentes a través de fichas pedagógicas, o mediante la radio o la televisión no han logrado disminuir la deserción escolar, el currículo no prioriza temas realmente importantes, no es el adecuado para el contexto actual, no se pueden hablar de bachilleratos técnicos por competencias si el estudiante no puede realizar sus prácticas preprofesionales.
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Sin duda alguna estamos inmersos en una crisis educativa, es un reto para las nuevas autoridades realizar los cambios necesarios partiendo de una evaluación integral de lo que se ha venido haciendo, es seguro que dentro de los puntos críticos a corregir están el currículo, la metodología, los recursos, las condiciones socio económicas en los hogares y desde luego dar el lugar que corresponde al docente haciendo prevalecer su verdadero rol que es el de enseñar.