
DESDE EL CAÑIRICO - AZOGUES - ECUADOR
BARCELONISTA E IRACUNDÓMANO DE CORAZÓN

Plan de vacunación y el retorno a las aulas
El 20 de enero del presente año nuestro país inició con su plan de vacunación para combatir la COVID 19, supuestamente se avizoraban días mejores, con el anuncio la llegada de nuevas dosis se preveía un proceso de inmunización acelerado. Según datos del MSP, el Ecuador cuenta con 20 millones de dosis negociadas, 6 millones corresponden a Pfizer, 6 millones con AstraZeneca Oxford, 7 millones con Covax Facility, y 2 millones a Sinovac, aún no todas han llegado al país, pero lo malo del caso es que algunas marcas están presentando reacciones adversas en los pacientes a los que se aplica la vacuna.
El plan de vacunación no se está llevando tal como nos anunciaron, la lentitud y retrasos en las entregas de las dosis, el incumplimiento de los protocolos irrespetando el orden de prioridad, fallos terribles en los sistemas informáticos, son razones que hacen desconfiar completamente de la administración del sistema de salud.
Todos quisiéramos ser vacunados, queremos el bienestar para nuestras familias, pero debemos ser conscientes que los que están en primera línea son el personal del área de salud, luego de ello debería priorizarse el sector educativo, la constitución reza que el estado debe garantizar el acceso a una educación de calidad, es por ello que, para reactivar los servicios educativos, el plan de vacunación debe considerar como urgente a docentes y estudiantes de todos los niveles, quisiéramos que la Ministra de Educación haga hincapié en este pedido, el personal que labora en escuelas, colegios y universidades debería ser considerado antes que los trabajadores de cualquier otro Ministerio. Por más que se cumplan estrictamente los protocolos de bioseguridad, siempre existirá algún riesgo, por ejemplo, esta semana se reportaron casos positivos en algunos colegios que retornaron a las aulas basado en planes pilotos, cuidado y el denominado retorno progresivo que promueve el MinEduc vaya a traer contagios a gran escala.
Hay que recalcar que la inmunización debe incluir a docentes y estudiantes, es inherente esta condición para pensar en clases presenciales, y es que, si consideramos la idea de inmunizar únicamente a docentes, ¿quién garantizará que no existan contagios en los estudiantes y sus familias? Casos clínicos han demostrado que esta enfermedad si puede traer complicaciones a menores de edad, incluso existen reportes de decesos. Ahora bien, todavía no se autoriza el uso de vacunas para menores 16 años, este sería el verdadero problema con el que nos encontraríamos para pensar en un posible retorno.
Son circunstancias crueles, realmente es un callejón sin salida, hoy por hoy no se puede hacer mucho, pero, con que se garantice la vacuna para todos los docentes, que se cuente con un cronograma, y luego que el gobierno manifieste el interés de adquirir vacunas probadas científicamente para menores de edad, es decir que se tengan adelantadas las negociaciones con farmacéuticas, estas serían algunas acciones necesarias que podrían agilitar la reapertura de los servicios educativos. Hay que mejorar ostensiblemente la administración del sistema de salud, particularmente el programa de vacunación, es necesario que se replanteen las acciones dejando de lado intereses particulares, y priorizando el interés colectivo.