
DESDE EL CAÑIRICO - AZOGUES - ECUADOR
BARCELONISTA E IRACUNDÓMANO DE CORAZÓN

Riesgo inminente ante el retorno apresurado a las aulas
por Pablo Flores Cabrera
Dentro del plan de retorno progresivo a las aulas planteado por el Gobierno, el segundo eje denominado “TODOS” buscaría fortalecer a las escuelas rurales, pensando en reabrir 900 instituciones educativas a más de las 100 escuelas que desde el lunes 7 de junio retornaron a la presencialidad en este sector. Pues bien, una vez transcurrida la primera semana, la prensa nacional ya se hizo eco de un considerable número de casos en donde las condiciones de las escuelas no son las adecuadas para recibir a niños y/o jóvenes.
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El PICE (Plan Institucional de Continuidad Educativa) es un requisito que toda institución debió construir para poder retomar las clases presenciales, cada PICE debe estar registrado y aprobado, pero más allá del trámite burocrático el objetivo de este proceso era conseguir la licencia para poder empezar con un retorno progresivo de los estudiantes a las aulas, eso sí con la respectiva valoración de los establecimientos educativos por parte de los Ministerios de Salud y Educación. Ahora, no se entiende ¿cómo a estas instituciones del sector rural, e incluso a otras de las zonas urbanas se les concedió el visto bueno de retomar la presencialidad si se encuentran en condiciones insalubres? Queda expuesta la irresponsabilidad de no haber constatado la realidad de estos centros de estudio, grueso error.
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La UNICEF indica que el no reabrir las escuelas afecta la salud mental del estudiante, esta presión origina que se establezca un plan apresurado de apertura, pero hacerlo para un país de Latinoamérica resulta una tarea tenaz, no tenemos las mismas condiciones para combatir la pandemia que un país Europeo de Primer Mundo.
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Se ha venido insistiendo que mientras no mejore las condiciones presupuestarias para las instituciones poco o nada se podrá realizar con respecto a un retorno sin riesgos, dotar de servicios básicos, de recursos humanos para atender una emergencia de salud, de insumos médicos y material de prevención, incluso se requeriría de más personal para el cuidado de los niños, antes, durante y después de la jornada, para el control de distanciamiento, para acciones de desinfección y limpieza de aulas, se deberá priorizar un plan de dotación de tecnología para las instituciones y para los hogares, vacunar a todos los docentes y a la mayor cantidad de estudiantes, se debería también pensar en disponer de más profesores debido a la multiplicación de actividades al trabajar en dos modalidades; en definitiva sería inherente incrementar y administrar correctamente el presupuesto de educación para poder cumplir con todos estos requerimientos.
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Ante la decisión de un retorno presencial, no se entiende muy bien su objetivo ni su urgencia, el nuevo gobierno antes debería revisar nuevamente los PICE, evaluarlos y tomar decisiones sensatas de acuerdo a las realidades encontradas; tal pareciera que se quisiera activar las escuelas solo por establecer como un logro del gobierno el retorno en tiempo récord a las aulas. ¡Cuidado!, solo por el hecho de mostrar estadísticas positivas podemos pagar un precio muy alto que involucre la pérdida de vidas humanas; por favor, primero está la salud y bienestar del estudiante, del docente, de las familias por sobre todas las cosas.